Tarde, demasiado tarde.

Nunca nos habíamos visto. Él con sus chicas, yo con mi chico. Fui su maestra de inglés allá en el 2004, cuando jugaba a ser músico. Y nos habíamos ignorado por completo durante cinco años. Una noche recibí una llamada suya y quedamos en juntarnos en la graduación de una amiga al siguiente día. Esa tarde-noche bebimos una cerveza y otra y otra y luego fuimos por cigarrillos (que me hacen mal cuando bebo). Bailamos casi borrachos durante dos minutos porque justo entonces se acabó la música. Nos fuimos por más alcohol, que ya no tomamos. Y hubo un momento que he borrado porque lo único que recuerdo es que ya nos estábamos besando. Eres el último hombre con quien me hubiera metido, le dije después, tratando de ser sincera. Tres años menor que yo, ex novio de una prima mía detestable que lo quería mucho y aún lo quiere. El problema: el problema es que me dijo que lo único que quería era largarse. ¿Al país vasco? le pregunté, sabiendo que había tenido una novia muy formal de Euskal Herria. "Bueno, talvez después, por ahora me voy a México". ¿Y cómo le harás? le pregunté. "Mm, mientras tenga una guitarra voy a sobrevivir" señaló. Y le creo...(de que sobreviva). Y así es como no bien comience el 2010 se marcha. Ah, pero yo sabía en lo que me metía. Dije desde el principio que no iba a enamorarme y que estos iban a ser los días más memorables de los últimos años, sin ataduras ni convencionalismos (y lo fueron). Lo mejor de todo es que nos hemos divertido, aunque todo haya pasado tan tarde porque nunca nos vimos. El resto ya es historia.

Esta canción de Ricardo Arjona la encontró por ahí y lo dice TODO.